Póntela, pónsela

Recuerdo mis veranos en Alicante con muchísima felicidad. Aprendí a andar en bici gracias a mis vecinos, ganaba a los chicos en las carreras de natación, mi primer novio de verano, las noches eternas en el parque de los columpios, esos besos con la que era mi mejor amiga… los recuerdos más bonitos siempre me vienen de esos veranos llenos de aventuras.

Siempre andaba descalza a pesar de que el asfalto quemaba como lava, pero me hacia sentir salvaje y libre. Aún lo sigo haciendo cada vez que llego a casa. Mi madre no dejaba que entrara en casa con los pies negros si antes no me los limpiaba en la ducha de la terraza. Yo solía mirar los pies de mi padre aún mas sucios que los míos y los dos nos echábamos a reír. En muchos detalles lo quiera o no, me parezco tanto a él…

Siempre que llegábamos de la playa, mi madre terminaba de hacer la comida, mi padre preparaba el vermut con aceitunas para ellos dos y yo me iba a la piscina corriendo porque sabia que a esas horas estaría completamente sola.

Qué placer bucear en una piscina al aire libre a solas, ¿lo habéis sentido alguna vez? Te imaginas que eres una sirena mientras te contoneas en esa agua tan limpia, bailas sobre el agua como si fueras una experta en natación sincronizada, cantas las notas más altas sin miedo a que te escuchen, incluso a veces te quitas el bikini sintiendo el deseo de nadar desnuda y con el miedo de que te pillen. Mi primer beso con una chica fue debajo de ese agua, cuantos secretos guardados en esa piscina.

Éramos muy felices, sin ser conscientes de ello. Lo que daría por escuchar el silbido inigualable de mi padre como toque de queda. Significaba que tenías que dejar de hacer lo que fuera y pitando corrieras a casa. Nos portábamos bien aunque yo era una rebelde continuamente y desafiaba las normas en cuanto mi padre se quedaba frito. Sabia que mi madre no era capaz de mantener el castigo, y siempre tenia una excusa por si mi padre abría el ojo en cualquier momento.

Tres meses de vacaciones siempre me parecían mucho, porque a finales de Agosto ya empezaba a tener ganas de empezar el nuevo curso. Esos veranos tan largos me daba tiempo a ganar varias carreras, caerme en alguna de ellas y tener nuevas cicatrices, haberme enfadado con mi “amiga especial” unas cuantas veces, tener un par de novios que dejaba cada noche sin motivos… Estábamos los veteranos, es decir, los que sus padres tenían la casa comprada y cada verano teníamos que ir allí pero siempre había algún amigo o amiga nueva en el grupo. Y luego estaban los nuevos, es decir, los que sus padres alquilaban los bungalows por unas semanas y durante esos días te convertías en amigos para toda la vida, o al menos eso sentías.

Cuando acababa el verano volvíamos a Bilbao con un color de piel más bien propio del caribe. Estaba de moda tener el tono de la señora de “Algo pasa con Mary”, pero lo que es peor aún, no estaba de moda protegernos del sol.

Recuerdo que mis padres usaban incluso aceite para aligerar el proceso, y ponerse cada mañana más horas al sol que el día anterior.

Yo como soy de piel oscura pensaban que no había problema en no usar cremas, o al menos no como mi hermana. Ella que es de tez blanquita no dejaba de pelarse y quemarse continuamente, y como la pobre lo pasaba tan mal le compraron una crema solar de protección total. A ella como era de esperar no le gustaba el sol, así que se pasaba el verano en la sombra como si fuera un bicho raro.

Cómo podemos ser tan inconscientes, qué desconocimiento tan grande sobre la protección y cuidado de la piel. Cuántos casos de problemas cutáneos conocéis por falta de información.

Demasiada exposición al sol produce quemaduras, reduce la elasticidad de la piel, la aparición de manchas y alergias, aumenta el riesgo de cáncer de piel… Seamos conscientes de los riesgos y prevengamos los efectos perjudiciales del sol. Por favor, con la protección solar no te la juegues… póntela, pónsela.

Me preguntáis muchas veces por los productos que uso ahora en verano, y aquí van mis indispensables:

• melan 130+ pigment control

Ólvidate de las manchas con esta protección solar muy alta (130+)  que además te aporta un tono natural con su efecto maquillaje.

• mesocaps sun defense

Prepara y protege tu piel antes y durante el verano con vitamina A, C y E.

• mesoprotech sun protective repairing stick

Diseñado especialmente para las zonas sensibles, como el contorno de ojos y labios, cicatrices, manchas e incluso tatuajes

• proteoglycans ampoules

Sentiras la piel más hidratada y comprobarás cómo mejora su firmeza y elasticidad.

• aox ferulic

Aplícate unas gotas de aox ferulic en cara, cuello y escote mañana y noche, incluso antes de tu crema hidratante y empieza a notar los beneficios de este ultraconcentrado antiedad desde el primer día. Para mí es el producto estrella, y no salgo jamás de casa sin antes haberlo usado.